La segunda de las charlas sobre innovación educativa corrió a cargo de Rafael Martín, director del centro Santa María del Carmen de la ciudad de Elda.
Bajo la idea de "soy el mejor" arranca la ponencia, ayundando esta a introducir la cuestión de que la motivación tanto personal como profesional es un elemento de tremenda importancia en la vida de cualquier persona. Centrándonos en el ámbito laboral, esta motivación es algo totalmente necesario a la hora de innovar.
La Educación goza siempre de un elemento vocacional, por pequeño que pueda ser. Pero, también se ha de entender la escuela como un negocio. Un negocio surgido, como cualquier otro de la ley de la oferta y la demanda, generando así usuarios. En nuestro caso al habla de usuarios no nos referimos a otros que no son los padres, los alumnos, etc. Y es en base a esa demanda y a esa oferta educativa donde la innovación se vuelve fundamental. Una innovación en busca del buen camino de la empresa y que se fundamente en diversos ámbitos: en lo referido a la gestión, la educación y en la consolidación de la relación con los participantes en el proceso educativo y la felicidad de estos, pues de esta dependerá el nivel de agrado de ellos con el centro educativo. Y no hay mejor carta de presentación y publicidad para cualquier empresa que el contento de sus usuarios.
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