30 sept 2012

Una sociedad versátil


Hace unos días, cuando se publicó la entrada anterior, hicimos un breve recorrido por las diferentes etapas de la tecnología. Hoy, vamos a volver a realizar dicho viaje. Un viaje cuyo destino será conocer en qué etapa concreta vivimos actualmente y, en función de ello, cómo debemos de actuar desde la perspectiva docente.

Comenzaremos haciendo un breve resumen de la entrada anterior. Un entrada en la que hablamos de tres etapas diferenciadas en la historia de la tecnología. Comenzamos en las primeras décadas del siglo XX hasta los años 60 hablando del Fordismo. Una etapa de prosperidad absoluta, donde se deja de fabricar para la élite y se comienza a realizar para todo el mundo, lo que generó una gran demanda de puestos de trabajo así como, posteriormente, un incremento en la capacidad adquisitiva de la mayor parte de la población. 

Dejamos atrás los prósperos años del Fordismo y comenzamos a hablar ya de una nueva etapa. Nos encontramos en la década de los 70, ante una etapa que, a diferencia de la anterior, se caracteriza por el multiproductismo, es decir, la diversificación del producto. Hablamos del Toyotismo. Una etapa en la que por primera vez la investigación va de la mano de la industria, en los conocidos como departamentos de I+D+I. 

Con la entrada en la década de los 90 y el comienzo de la democratización del uso de los ordenadores, empezamos a hablar de una nueva etapa, en este caso, la de la Sociedad de la información y del conocimiento. Una etapa en la que por primera vez poseemos una máquina que "piensa" por nosotros y en la que la sociedad empieza a valorar las ideas innovadoras frente a la capacidad de trabajo de producción. Hay quien afirma que, a día de hoy, continuamos inmersos en esta etapa, pero por otro lado también aparecen voces que apuntan a que ya la hemos dejado atrás y hemos comenzado una nueva, la etapa de la red. Un etapa en la que se reconceptualiza el espacio y el tiempo, en la que cambiamos la percepción que tenemos del mundo. Una etapa en la que podemos tener a nuestro alcance lo que queramos cuando queramos, independientemente de nuestra localización. Así pues se pensar desde trabajar en casa o mandar un mensaje instantáneo a un amigo que se encuentre en Japón hasta leer el último libro de nuestro escrito favorito antes de que salga a la venta en formato físico. Y somos una sociedad que ya está acostumbrada a ello. Para el filósofo Zygmun Bauman, una sociedad impregnada de una modernidad líquida. Una sociedad que vive en un buffet libre para el conocimiento.

Y es debido a esto último por lo que mucha gente puede pensar que el esfuerzo ya no es necesario. Ahí es donde aparece nuestra obligación como docentes. Tenemos que evitar que nuestros niños se eduquen bajo esa idea y que lo hagan desde la concepción del esfuerzo como vía para alcanzar sus metas, pues además, no hay mejor sensación que la del trabajo bien hecho a base de esfuerzo. Mas cuando vivimos en una sociedad donde se nos ha inculcado la idea de competencia de una manera tan férrea, que es prácticamente ya una característica propia de ella. Por eso, debemos de educar poniendo como objetivo  el lanzar al mundo una generación de niños pensantes, que combatan esa competencia característica de nuestros días mediante la mentalidad de grupo y la solidaridad y que sobre todo, sean conocedores de la sociedad y del entorno en el que se encuentran y puedan presentar la versatilidad necesaria para amoldarse a los posibles cambios a los que tengan que hacer frente a lo largo de su futuro.

22 sept 2012

Arriesguemos


Madrid, 25 de Abril de 2012. Semifinales de la Liga de Campeones. Sergio Ramos falla de forma garrafal, e incluso algo cómica, el penalty decisivo que metía al Real Madrid, diez años después, en una final de la máxima competición de fútbol europea. A partir de ese día, se convierte en el blanco de las mofas de todo un país, e incluso, fuera de las fronteras de este. Es el poder de las redes sociales.

Donetsk, 27 de Junio de 2012. Estamos de nuevo en unas semifinales, en este caso las de la Eurocopa. España o Portugal están a un paso de conseguir una plaza en la final. Dos meses y dos días después, la historia se repite. Sergio Ramos lanza el cuarto penalty y... vuelve a convertirse en el blanco -o Trending Topic como lo llaman- en las redes sociales. Pero esta vez, por algo totalmente contrario a lo sucedido en Madrid. Algunos, los más arriesgados, llegan a catalogarlo como el mejor penalty de la historia...

Bien seamos ches, culés, merengues, leones, colchoneros o simplemente se pase del fútbol, hay algo que no podemos dejar de reconocer y de admirar en las situaciones anteriores. A Sergio Ramos le gusta su trabajo, disfruta con lo que hace, y por ello, es capaz de tomar una responsabilidad y llevarla a cabo hasta el final, asumiendo sus posibles consecuencias. Podrá equivocarse o acertar. Podrá ser criticado o aplaudido.

Y eso, es aplicable a nosotros, como docentes, y cualquier otra persona con cualquier otra profesión. TODOS, a lo largo de nuestra vida, nos equivocaremos algunas veces y otras, por el contrario, acertaremos. Hemos de ser conscientes también que, por regla general, al equivocarnos, el grado de críticas será proporcional al grado de nuestra equivocación. Siempre que nos equivoquemos, habrá gente que nos criticará -en clase, en el trabajo, a la hora de hacer prácticas...- Pero ello, no puede ser un motivo que nos lleve a no arriesgar. No puede cohibirnos. Hemos de tener seguridad en nosotros y en lo que hacemos. Estar seguros de nuestra idea. Arriesgar. Y si caemos o tropezamos, tomémonos un tiempo para resarcirnos y seguir adelante, pero sin miedo y sobre todo sin perder la ilusión. Cualquier acto que llevemos a cabo sin ilusión, es un acto insustancial. Y no podemos basar nuestro día a día en una acumulación de actos que nos resulten intrascendentes y poco motivadores. Es cierto que pasaremos por distintas etapas y distintas rachas a lo largo de nuestra vida. Podremos estar más contentos o más tristes. Más eufóricos o más apagados. Pero siempre tendremos unas obligaciones que cumplir. Unas obligaciones que son independientes a nuestro estado de ánimo. Así es que, ¿Por qué no intentar poner al tiempo buena cara y llevarlas a cabo lo mejor que podamos?. En definitiva, que las adversidades del tiempo no maten nuestra ilusión. Que se note que somos profesionales de nuestro trabajo. Mas hoy en día, donde mucha gente se cree cualificada o apta para encargarse de la educación de un tercero. Bien es cierto que quizá, eso de educar, sea más factible a ojos de la sociedad que, por ejemplo, desarrollar actividades de un ingeniero o un arquitecto, como puede ser diseñar un puente de varios kilómetros. Demostremos que a pesar de ello, somos tan profesionales como cualquier otro graduado. Presentamos conocimientos y actitudes de las que ellos carecen. Tenemos profesionalidad. Demostremos que somos tan aptos como cualquiera. Que estamos preparados, ya no solo a nivel de conocimientos sino también a nivel de creatividad, de reacción, de respuesta, etc. Demostremos que somos aptos en actitud y en preparación.

Primer contacto

¡Hola a todos! Mi nombre es Antonio Avendaño y soy estudiante del doble Grado en Educación Infantil y Educación Primaria en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Elche. Mi aventura en el mundo Blogger se inicia hoy, con las mismas ganas que curiosidad, gracias a la asignatura de Metodología de la didáctica, innovación educativa, TIC e investigación. Con este blog pretendo, ya no solo recoger todos los trabajos de dicha asignatura, sino también, aprender, investigar y compartir todo lo que esté en mi mano acerca de este mundo virtual. Un mundo tan abstracto como físico. Un mundo tan irreal como real. Y sobre todo, un mundo con muchas cosas por conocer...

Espero que os guste y ¡Bienvenidos!